El desierto más grande del mundo no es el que pensabas

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Cuando escuchamos la palabra "desierto", la mayoría de nosotros visualizamos vastas extensiones de arena, dunas imponentes y horizontes lejanos coronados por el sol abrasador. Y el Sahara, con su fama, es el primer desierto que surge en nuestra mente. Pero ¿es realmente el más grande del mundo? Pues, aunque parezca sorprendente, no. En realidad, el desierto más grande del mundo no es ni cálido ni arenoso.

¿Qué define a un desierto? No es la arena. La característica que define a este tipo de ecosistema son las lluvias extremadamente escasas. Los desiertos son lugares donde las precipitaciones anuales son menores a los 300 mm, con lo que la evaporación elimina rápidamente cualquier resto de humedad. Esto resulta en una sequedad extrema que suele traducirse en una notable falta de vegetación.

Los desiertos no solo se miden por su calor: desierto frío vs desierto cálido

Es por ello que el calor tampoco es necesariamente una característica de los desiertos. Es cierto que los desiertos cálidos, como el Sahara, el Atacama o el Mojave, con su clima ardiente y sus típicos paisajes arenosos, es la primera imagen que nos viene. Pero también existen los denominados desiertos fríos o polares.

Estos son los mayores desiertos no polares del planeta.

Aunque menos populares, estos cumplen perfectamente la definición de los desiertos y son igual de fascinantes. En ellos incluso podemos encontrar nieve, y es dentro de esta categoría donde se sitúan los dos desierto más grandes del mundo.

Nieve en el desierto frío de Snake Valley entre Utah y Nevada, en Estados Unidos.

La Antártida: el titán helado y la ironía de su título

Sí, lo has leído bien. La Antártida, a la que los famosos cruceros Disney nos pueden llevar con un extra de magia, aunque cubierta de hielo, es un desierto. Sus temperaturas extremadamente bajas causan que la lluvia sea muy escasa, llegando en algunas regiones a solo a 50 mm al año. Con una extensión de más de 14 millones de km², la Antártida ostenta, por lo tanto, el título del desierto más grande del mundo.

Observatorio de Investigación Atmosférica en el desierto de la Antártica.

Lo cual resulta un tanto paradójico. La vasta extensión helada de la Antártida alberga aproximadamente el 70% del agua dulce del mundo. Pero sigue siendo un desierto. Pues a pesar de esta abundancia, el agua, atrapada en forma de hielo, permanece inalcanzable para la mayoría de las formas de vida. Entre las extremadamente bajas temperaturas que evitan que este hielo se derrita y la ausencia de lluvias, el resultado es en un ambiente árido: un desierto.

Siguiendo a la Antártida, el Ártico se sitúa como el segundo desierto más grande del mundo. Este se extiende por unos 13,9 millones de km² y abarca territorios en Alaska, Canadá, Groenlandia, Islandia, Noruega, Suecia, Finlandia y Rusia. Y al igual que su contraparte del sur, es un vasto desierto frío, dominado por hielo y con precipitaciones líquidas muy escasas.

Sahara: el gigante dorado

Y ahora sí. El Sahara ocupa el tercer puesto. Este desierto subtropical se extiende por más de 9 millones de km², atravesando numerosos países africanos como Argelia, Chad, Egipto y Marruecos. Y, aunque no sea el más grande, su fama, belleza y diversidad biológica siguen cautivando a viajeros y científicos por igual.

Durante milenios, antiguas civilizaciones se establecieron y prosperaron a orillas de este mar de arena, dejando tras de sí vestigios y artefactos que revelan su forma de vida y su capacidad de adaptación a uno de los entornos más inhóspitos del planeta. Un factor clave, no presente en otros desiertos, que combinada con su impresionante belleza natural, hace del Sahara un lugar lleno de misterio.

A partir de aquí, estos son los cuatro desiertos que les siguen ordenados por extensión, completando la lista de los 7 más grandes del mundo:

- Desierto Arábigo – Extendido a través de naciones como Arabia Saudita, Omán, Emiratos Árabes Unidos, Yemen y otros países del Medio Oriente, cubre aproximadamente 2.3 millones de km².

- Desierto de Gobi – Este desierto, que abarca zonas de China y Mongolia, tiene una extensión de cerca de 1.3 millones de km² y es conocido por sus dramáticas fluctuaciones de temperatura.

- Desierto de Kalahari – Situado principalmente en Botsuana, pero también extendiéndose por partes de Namibia y Sudáfrica, el Kalahari abarca más de 900,000 km². Aunque recibe más lluvias que otros desiertos, sigue siendo considerado como desierto debido a que la evaporación elimina cualquier rastro de agua a una asombrosa velocidad.

- Desierto de la Patagonia – En la región sur de Argentina, encontramos este desierto que cubre unos 670,000 km². Se caracteriza por sus vientos fríos y secos que soplan desde el océano Pacífico.

Conocemos el lago más grande del mundo, así como la cueva tan grande que varios rascacielos caben en su interior. Ahora, reconceptualizar los desiertos nos lleva a apreciar la grandeza y diversidad de nuestro planeta. La próxima vez que imagines un desierto, puede que pienses tanto en los fríos terrenos antárticos como en las cálidas arenas del Sahara. Estos vastos paisajes, ya sean helados o ardientes, nos muestran la resistencia y la adaptabilidad de la naturaleza en condiciones extremas y cuentan la historia de un mundo de contrastes y maravillas inesperadas.

En Hanaringo | Así de grande es el mayor continente del mundo respecto a los demás