Con más de 200 kilómetros de costa, la Costa Brava es un festín de acantilados majestuosos, frondosos bosques verdes y aguas azules que brillan bajo el sol del Mediterráneo. A medida que las olas de calor se intensifican, aumenta el deseo de sumergirse en sus aguas frescas y hallar refugio en sus calas escondidas entre los lugareños y turistas por igual. Desde el norte hasta el sur, aquí te presentamos algunas de las joyas que no debes perderte.
Cadaqués
Platja Gran: Es popular entre bohemios y literatos, y ofrece vistas maravillosas desde la terraza del Marítim. Grandes figuras como Gabriel García Márquez y Duchamp han disfrutado de sus encantos.
Cala Jugadora: Ubicada en el extremo oriental del Cap de Creus, esta cala ofrece un paisaje surrealista que inspiró a Salvador Dalí. Es una de las calas más salvajes de Cataluña pero accesible desde la carretera que lleva al faro.
Roses
Cala Montjoi: Famosa por sus inigualables atardeceres, esta playa familiar está rodeada por el Parque Natural del Cap de Creus y es popular entre buceadores.
Playa de Sant Pere Pescador: Esta extensa playa es un paraíso para los amantes del windsurf y kitesurf. También es un punto de encuentro para naturistas.
El Portitxol (Empúries): A tan solo 40 minutos en coche de Roses, esta playa de aguas tranquilas y arena fina es de fácil acceso y ofrece un bello paisaje entre pinos y formaciones rocosas. Muy cerca se encuentra un mirador con vistas a la bahía de Roses y el casco urbano de L’Escala.
Begur
Cala Aiguablava: Con vistas al imponente Cap de Begur, esta playa familiar tiene todos los servicios necesarios, desde duchas hasta alquiler de patines.
Cala Sa Tuna: Una postal perfecta de la Costa Brava con aguas turquesas, pinos y el encanto del antiguo barrio marinero.
Aigua Xelida (Tamariu): A 15 minutos en coche de Begur, esta mítica playa es un pequeño trozo de paraíso entre dos escollos rocosos.
Palamós
Platja de Castell: Gracias a la resistencia local, este paraje natural se mantuvo libre de desarrollos inmobiliarios. Es un oasis para los amantes de la naturaleza.
Cala Estreta: Después de un tranquilo paseo desde la playa El Castell, esta cala recóndita te espera con su belleza única y arena dorada.
Las playas y calas de la Costa Brava, moldeadas por el viento de Tramontana y bañadas por el refrescante Mediterráneo, emergen como oasis en tiempos cálidos. Con todas estas opciones, la Costa Brava promete ser un destino inolvidable para este verano. Ya sea que busques un lugar tranquilo para relajarte o una playa animada con deportes acuáticos, hay algo para todos en este rincón de Cataluña.
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