¿Pensando en visitar Londres este verano? En base a nuestra experiencia os proponemos esta guía por la querida y famosísima capital británica. Solo un fin de semana (dos días enteros y dos medios) parecen poco, pero si sabes dónde vas y cómo hay tiempo de sobra para visitar lo más esencial con tranquilidad y disfrutando al máximo de esta aventura.
Para este recorrido por Londres es indiferente la zona hotelera en la que nos alojemos (aunque recomendamos la zona de Bloomsbury y Russel Square o bien Bayswater), pues empezaremos cada ruta desde una parada de metro a la que podemos llegar desde cualquier parte, pues sí algo tiene Londres es que es una ciudad muy bien comunicada.
Día 1: Llegada a Londres y primer contacto
Tras aterrizar en Gatwick o Stansted, los aeropuertos mejor conectados de Londres, gracias al Gatwick Express (que llega a Victoria Station) o al Stansted Express (que llega a London Liverpool Street) nos encontraremos directamente en el corazón de la capital del Reino Unido.
La tarde del primer día, después o antes de hacer el check-in, es muy importante dedicarla a comprar el abono de transporte del metro en cualquiera de las estaciones que queden cerca de nuestro hotel. Una vez listos para llegar rápida y cómodamente a todos los rincones de la ciudad, lo mejor que podemos hacer es acercarnos a la parada de Westminster (mejor ir con la línea Jubilee, de color gris). Desde allí empezaremos nuestra aventura por Londres con la obligatoria visita al Big Ben (que ahora luce su color original de la época victoriana) y admirando Westminster Abby. Cruzar el a veces ajetreado pero precioso puente de Westminster y sacar fotos de las cámaras del parlamento reflejadas en el Támesis al anochecer es una bonita experiencia.
Día 2: Regent's Park, Piccadilly Circus, Trafalgar Square y Covent Garden
La mañana de nuestro primer día en Londres la podemos empezar yendo al precioso parque Regent's Park, llegando en metro a la estación del mismo nombre de la línea Bakerloo (marrón). Es el segundo parque más grande de la ciudad, incluso cuenta con el zoo de Londres dentro de sus fronteras, así que aquí hay margen para que cada uno goce de lo que más le interese. Pero si hay un 'must see' en Regent's Park es el Inner Circle, donde encontraremos una extension de variedad de rosas, un precioso lago y una ruta con gran encanto.
Si aún no hemos desayunado o queremos hacer un brunch (algo muy británico), la catería Benugo, dentro del Inner Circle es una muy buena opción que cuenta con una carta de platos calientes y una buena oferta de snacks. Una vez cubiertos, saldremos del parque por el sudoeste, así nos acercaremos a la famosa Baker Street y podremos ver el museo de Sherlock Holmes o su pequeña tienda llena de souvenirs.
Desde la estación del mismo nombre, Baker Street, un corto trayecto en metro de nuevo con la línea Bakerloo nos dejará en Picadilly Circus. Después de explorar la famosa plaza coronada con un cupido y rodeada de grandes y luminosas pantallas y pasear la zona podemos comer en el Whole Foods Market o, si queremos algo más de etiqueta, en el Café Concerto.
Desde allí, ya por la tarde, si andamos hacia el este, a pocas manzanas nos encontraremos inmediatamente Leicester Square, una preciosa plaza rodeada de cines con un cómodo parque en el centro lleno de esculturas de personajes famosos como la Mary Poppins, Charles Chaplin o incluso Paddington. Desde ahí, bajando hacia al sur iremos a parar a Trafalgar Square, la también famosísima plaza con unas fuentes enormes y unas bonitas vistas desde delante de The National Gallery.
Andando a hacia el este a través de la calle Strand alcanzaremos Covent Garden, en el que podemos pasear, comprar, picar algo e incluso cenar en alguno de los locales en la parte superior del antiguo y encantador mercado que, a cualquier hora del día, encuentras lleno de vida y energía. Al ya querer terminar el día, un corto trayecto en metro desde la estación, al norte, de Covent Garden nos llevará al hotel.
Día 3: Hyde Park, Buckingham Palace, río Támesis y Torre de Londres
El segundo día lo iniciaremos en la parada de metro de Lancaster Gate. Una vez llegados, desde la región que sea, entramos al famosísimo (y enorme!) Hyde Park por sus Italian Gardens, una de sus regiones más bonitas. Desde ahí, siguiendo el curso de la orilla norte del Serpentein, el principal lago del parque, llegaremos a Hyde Park Corner. Todo ello un paseo precioso durante el que admiraremos una vegetación y una fauna encantadora y veremos el bonito ambiente de un día en el parque para los británicos (incluidos los fantásticos aficionados a los patines que hacen todo tipo de piruetas en la calle).
Desde Hyde Park Corner, pasando por el imponente Arco de Wellington, un paseo de unos cinco minutos por Green Park nos lleva a Buckingham Palace, donde, si coordinamos bien los horarios, podemos ver el cambio de la guardia (por lo general, se realiza a las 11 de la mañana todos los lunes, miércoles, viernes y domingos del año). Luego, seguiremos adelante, atravesando Sant James Park, quizá tomando un refrigerio ligero a la hora de comer en su principal cafetería, y nos dirigiremos de nuevo hasta el Big Ben.
Lo habíamos visto ya el primer día, sí, pero es un reloj que hay que ver más de una vez para admirarlo desde todos los ángulos. Esta vez, atravesado el puente de Westminster giramos inmediatamente a la izquierda. En este paseo veremos de cerca el London Eye y seguiremos el curso de la orilla sur del río.
Un paseo en el que veremos pequeños puestos de comida ambulante, disfrutaremos de un pequeño parque y de las vistas hasta llegar al Globe de Shakespeare, el teatro original (reconstruido) del dramaturgo más famoso del mundo. Podemos entrar al museo Tate, a su lado, desde cuya cafetería del séptimo piso hay unas maravillosas vistas del río y de la catedral de San Paul. A la cual, si queremos acercarnos, lo haremos cruzando el precioso puente Millennium, para, después de darle la vuelta en el sentido de las agujas del reloj, luego volver a la ruta y seguir paseando el mercado de Borough, con gran encanto y una importante oferta gastronómica.
Desde aquí seguiremos avanzando hasta el ayuntamiento, un paseo que nos permitirá tener una vista del Shard, pasar delante de un enorme barco de guerra convertido en museo, el HMS Belfast, y tener una magnífica vista del Puente De la Torre al anochecer.
Tras cruzarlo, bordearemos la preciosa y acogedora zona de la Torre de Londres donde podemos cenar unos bocadillos en el Pret a Manger que queda al sudoeste del edificio, tras la enorme y concurrida plaza. Ya finalizando el día, desde la parada de Tower Hill podemos tomar el metro para volver al hotel.
Día 4: Regent's Street, Old Bond Street y hacia el aeropuerto
La mañana del último día, antes de coger el vuelo, la podemos dedicar a Regent's Street, la famosa calle de tiendas de ropa. Llegados allí en metro desde la parada Oxford Circus, la pasearemos toda hasta llegar de nuevo a Picadilly Circus (donde, de hecho, termina).
Y, para continuar con la experiencia de ir de compras en esta gran capital, giraremos hacia el oeste y luego ha la derecha para subir por la calle Old Bond Street, donde se encuentran las de marcas de ropa de mayor lujo, las cuales podemos disfrutar aún sin entrar gracias a los escaparates tan curiosos y despampanantes.
Llegaremos a la calle Oxford, a la parada de metro de Bond Street. Ahora ya podemos empezar el viaje de regreso hacia el aeropuerto tras haber visto lo más esencial de Londres, sus importantes parques, sus famosas atracciones turísticas y sus expansivas y amplias calles.
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