El CEO de Starbucks ignoró el consejo de Steve Jobs y lo pagó caro

El CEO de Starbucks ignoró el consejo de Steve Jobs y lo pagó caro

En 2008, Starbucks estaba perdiendo rumbo. Howard Schultz, su fundador, buscó consejo en varias personas, entre ellas al que iba a ser nombrado el director ejecutivo con mejor desempeño del mundo en 2009: Steve Jobs. La reunión fue breve, incómoda y clarísima. Esto es lo que Schultz nos cuenta.

Un consejo contundente: “Despide a tu equipo de liderazgo”

En aquel momento, Starbucks atravesaba uno de los periodos más complicados de su historia. Las ventas caían y los locales se habían expandido demasiado rápido. La marca había perdido parte de su identidad, y Schultz sentía que el alma del café se había convertido en un simple negocio. Con la crisis financiera y la competencia ganando terreno, buscó consejo en quienes mejor entendían cómo reconstruir una compañía desde dentro. Fue entonces cuando acudió a Steve Jobs.

Según ha contado Schultz en el podcast Acquired, durante un paseo en el que expuso al gran líder de Apple sus problemas y dudas sobre cómo reactivar su empresa, Jobs le paró en seco y le contestó sin rodeos: “Vuelve a Seattle y despide a todos en tu equipo directivo”. Schultz se quedó helado. "De verdad, despide a todas esas personas", gritó. “No puedo despedir a todas estas personas. ¿Quién hará el trabajo?”, preguntó confuso. Jobs apenas se inmutó: “Te aseguro que en seis meses, o quizá nueve, se habrán ido igualmente”.

Ante esta situación, de lo más incómoda, las cosas siguieron su curso. Y en seis o nueve meses, efectivamente todo el equipo directivo, a excepción del director jurídico, se habían ido de Starbucks.

Cuando más adelante Schultz volvió a encontrarse a Jobs en un evento le admitió que tenía razón, que la premonición descabellada que le había planteado, se había cumplido. A lo que Jobs le respondió: “Has llegado seis o nueve meses tarde; piensa en todo lo que podrías haber hecho en ese tiempo”.

Jobs creía que un equipo solo funciona si comparte la misma visión y que decidir tarde es peor que equivocarse. Cuando la dirección no está alineada, las mejores ideas se hunden en la indecisión. Y cuando se actúa tarde, incluso las decisiones correctas pierden fuerza.

En Apple, esa idea se mantiene viva: hacer pocas cosas, pero hacerlas bien, con foco en lo esencial y sin distracciones. Su manera de trabajar une intuición, precisión y una búsqueda constante de calidad. Al final, liderar es tener el coraje de limpiar el ruido y decidir con convicción.

Y en cuanto a Starbucks, años después compró 23 000 iPad para formar a sus empleados. Un gesto de agradecimiento y de reconocimiento que revela cuánto caló la visión operativa que Apple ha extendido por toda la industria.

En Hanaringo | El secreto que Louis Vuitton reveló a Steve Jobs para revolucionar las Apple Store