Abrimos la app Mensajes en nuestro iPhone, empezamos a hablar con alguien y mantenemos una conversación en la que todos los mensajes que nosotros enviamos están dentro de una burbuja azul. Al día siguiente, hablamos con otra persona, pero los mensajes ahora son de color verde.
¿Qué está pasando? ¿Serán amarillos la próxima vez? Lo cierto es que la distinción entre los dos protocolos de comunicación que utilizamos en mensajes sí usa un código de colores. Verde y azul nos indica qué podemos enviar, pero también cuando tenemos que pagar por los mensajes que enviamos. Hablemos, pues, de por qué Mensajes a veces es azul y a veces verde.
Una cuestión de protocolos
El SMS (Short Message Service), del inglés servicio de mensaje corto, es un protocolo desarrollado en 1985 para poder enviar texto dentro de la conexión de datos con nuestra operadora. Es un servicio que, por lo tanto, depende de la operadora que nos dé servicio y, por lo general, suele tener coste.
La principal ventaja de los SMS es su universalidad: todos los teléfonos móviles, todos, pueden recibir SMS. Tenemos aquí, por lo tanto, un estándar a nivel mundial. Sabemos que lo que enviemos será recibido.
Mientras, tiene varios inconvenientes. En primer lugar no es un protocolo seguro, todo lo que digamos puede ser relativamente fácil de interceptar. En segundo lugar, se suele tratar de un servicio de pago; muchas operadoras empiezan a ofrecer SMS ilimitados, cierto, pero dentro del territorio nacional, nunca fuera, por ejemplo, enviar un SMS a Francia cuesta normalmente 1€. El último inconveniente es, de hecho, inherente a su nombre: “Servicio de Mensajes Cortos”; nada de fotos, nada de audios, solo texto plano, ni tan siquiera negritas.
Por otra parte encontramos iMessage, el protocolo de mensajería instantánea que Apple presentó al mundo en 2011. Nos permite enviar mensajes a través de internet a todos aquellos que usen el servicio y siempre será gratuito.
iMessage tiene varias ventajas, como que usa un sistema de cifrado de clave asimétrica de extremo a extremo. Sin entrar en más detalles se puede afirmar con total seguridad que solo el dispositivo desde el que se envía el mensaje y el dispositivo que lo recibe tienen la capacidad para descifrarlo y, por lo tanto, leerlo. Dado que es un servicio de mensajería sobre internet siempre que tengamos conexión a la misma los mensajes que enviemos y recibamos son totalmente gratuitos, aquí y en cualquier parte del mundo. Por último, hay que destacar su versatilidad, pues iMessage nos permite enviar fotos, videos, Memojis que hayamos creado, documentos PDF, audio y prácticamente cualquier archivo además de que podemos editar mensajes enviados y deshacer envíos.
¿Tiene algún inconveniente? Hay que tener un dispositivo de Apple para usar el servicio. O dicho de otro modo, solo podremos enviar iMessage a aquellos contactos que tengan un iPhone, iPad, un Apple Watch o un Mac.
Protocolos que distinguimos según el color de la app Mensajes
Cuando Apple presentó la app Mensajes en 2011 explicó lo siguiente: la app combina los dos protocolos en sí misma. Es decir, no tenemos una aplicación para mandar iMessage y una aplicación para mandar SMS. Todos se envían y reciben desde la app "Mensajes".
Distinguir unos u otros es tan fácil como fijarnos en los colores. Los mensajes de texto, los SMS, son de color verde, mientras los iMessages son de color azul.
Al redactar un mensaje, tanto el destinatario al que queremos enviarlo como la flecha de enviar, aparecen de color azul o verde según si la persona con la que hablamos tiene un dispositivo compatible con iMessage. Así incluso antes de mandar el primer mensaje sabremos enseguida qué protocolo usamos, si tenemos que pagar el mensaje y sí podemos enviar archivos o mensajes de audio.
Si bien resulta curioso ver más de un color en la app Mensajes de nuestro iPhone, iPad o Mac, lo cierto es que, como podemos ver, la razón para ello es de lo más simple. Un simple indicador que nos permite saber cómo podemos comunicarnos con cierta persona de un solo vistazo.