Sin cimientos y montadas en 3 horas, estas mini casas plegables son una nueva revolución

Brette Haus, casas plegables

El concepto de "casas pequeñas" o "mini casas" es cada vez más conocido y popular y este movimiento de vivir en diminutos hogares parece que va cogiendo terreno. De opciones y estilos hay muchos y muy variados, pero, por si fuera poco, ahora incluso puedes plegar tu casa y llevártela contigo donde sea.

Brette Haus es la emergente empresa letona que se une a esta revolución. De momento, la compañía ofrece dos modelos distintos de casas pequeñas construidas con materiales sostenibles y que, gracias a un sistema único de bisagras, se pueden plegar como si de una casa de origami se tratara y transportarlas donde sea que vayamos, eso sí, con una grúa.

Y, aunque parece coherente que las casas pequeñas sean más fáciles y rápidas de construir, según la compañía, estas van más allá, pueden instalarse entre dos personas en unas tres horas, pues están diseñadas para plegarse y desplegarse como si fueran de papel y sin necesidad de cimientos permanentes.

Actualmente hay dos modelos con dos posibles medidas, las casas de estilo Rústico pueden ser de 29,5m2 o 47m2 y las de estilo Compacto, de 16,25m2 o 25,67m2. Fabricadas en un 90% de madera, las casas cuentan con un dormitorio, una sala de estar y una cocina y un baño equipados con los elementos básicos necesarios.

El diseño de estas casas prefabricadas está inspirado en el estilo escandinavo, lo que no sorprende, pues se caracteriza por ser sencillo, funcional y cómodo. Además, el propio estilo de vida nórdico aboga por casas que respeten el medio en el que se sitúan, casas que, si bien necesitan ciertos cimientos, apenas modifican el paisaje, no se asientan, solo se apoyan.

Son realmente asombrosos que estamos viendo en muchos campos (estamos llegando a imprimir casas en 3D). La conocida frase de que en el mercado inmobiliario la ubicación es lo primero cobra todo el sentido del mundo en este proyecto. Casas moderadas, bien situadas y la posibilidad de moverlas de forma sencilla otorgan una libertad que nunca antes había sido posible en lo que, por algún motivo, llamamos "bienes inmuebles". Al final, se trata de reducir al mínimo posible la huella que deja una casa y maximizar la posibilidad de moverla a nuestra voluntad. Una casa que viene con nosotros ahí donde vayamos.