Los estereotipos erróneamente asociados a Sherlock Holmes

Sherlock Holmes es el detective más famoso del mundo, con una profesión única, la de "detective-consultor", que él mismo inventó. Creado por Sir Arthur Conan Doyle a principios del siglo XIX, la gran fama de este brillante personaje ha promovido una colosal corriente a su alrededor, lo que ha generado una serie de estereotipos inexactos asociados a Holmes.

Ya desde los inicios de la vida de este querido personaje, la popularidad de Sherlock Holmes y su fiel amigo, el Dr. Watson, su estilo y método de deducción y sus aventuras en general, hicieron que muchos otros escritores y aficionados cogieran inspiración en el detective para crear sus propias historias con distintos grados de fidelidad a las novelas originales escritas por Sir Arthur Conan Doyle.

Sherlock Holmes ilustrado por Sidney Paget en 1904.

El resultado de ello lo vemos en la difusión de unos estereotipos asociados a Sherlock Holmes incorrectos según el canon holmesiano. El conocido canon holmesiano lo forman el conjunto de 4 novelas y 56 relatos escritos por Arthur Conan Doyle con autoría exclusiva, es decir un total de 60 historias de Sherlock Holmes. Este canon permite distinguir la bibliografía original del famoso detective de todas las otras historias posteriores basadas en los mismos personajes, pero creadas por otros autores. Veamos los cinco estereotipos más comunes pero poco fieles al original:

"Elemental, mi querido Watson"

La famosísima frase "Elemental, mi querido Watson" se ha convertido en una de las más citadas del personaje. De hecho, ya se estableció como estereotipo en la propia época de Arthur Conan Doyle. Sin embargo, en todas las 60 historias de Sherlock Holmes, esta frase no aparece ni una sola vez y muy seguramente fue una idea reformulada por algún autor contemporáneo de entonces.

Sherlock Holmes (derecha) y el Doctor Watson (izquierda).

Cierto es que a veces Sherlock se refería a Watson como "mi querido Watson" y que en más de una ocasión observaba que sus conclusiones eran simplemente "elementales", pero la frase entera tal y como la conocemos no aparece. Lo más cercano fue cuando Holmes explicó una de sus deducciones en ‌La aventura del jorobado y Watson exclamó "¡Excelente!", a lo que Sherlock respondió: "Elemental".

En las novelas originales traducidas, sin embargo, a veces sí que aparece por conocimiento ya de este estereotipo. Aunque si son fieles, no aparecerá demasiadas veces.

El icónico gorro, la cervadora

El Deerstalker o la cervadora es un gorro que se utiliza en la zonas rurales, en especial para la caza del ciervo, de donde le viene el nombre.

Un profesional con un deerstalker o cervadora.

En las obras originales, Arthur Conan Doyle no dice explícitamente que Sherlock Holmes llevara este gorro. Pero en la historia Estrella de plata, Watson le describe como llevando "su gorra de viaje con orejeras" y en El misterio del valle Boscombe, como llevando "una gorra de tela ajustada". Dado que en esa época este gorro era el más típico de usar en las áreas rurales y puede coincidir con ambas definiciones, las ilustraciones originales de Sidney Paget representaron a Holmes con una cervadora.

Holmes (derecha) y Watson en una ilustración de Sidney Paget para "Estrella de Plata".

Actualmente este gorro se ha convertido en uno de los iconos más distinguidos del personaje porque representaciones posteriores de Holmes presentan erróneamente al personaje con esta gorra en la ciudad (fuera del entorno rural) y, en general, en todo momento. Sin embargo, Sherlock Holmes era un caballero que iba muy bien vestido, la mayoría del tiempo con sombrero de copa o bombín.

Mycroft Holmes, su hermano

Mycroft Holmes es el hermano mayor de Sherlock Holmes por siete años. Trabaja como informador interno en los asuntos del gobierno británico y es el miembro más ilustre del Club Diógenes. En algunas historias posteriores del detective se ha puesto especial interés en mostrar que entre ellos existe una cierta competencia, incluso odio, y, en general, una mala relación.

Mycroft Holmes tal y como lo representó Sidney Paget en el Strand Magazine.

Nada más lejos de la verdad. Los dos hermanos tienen una muy buena relación y se admiran mútuamente. Sherlock le respeta mucho y siempre le ha considerado más listo que él, en dos casos incluso le ha preguntado en búsqueda de consejo. Y Mycroft, por su parte, admira la energía de su hermano pequeño para el oficio de detective, pues él no tiene la misma vitalidad. De hecho, Mycroft resuelve muchos casos antes que Sherlock, pero no los comprueba.

A nota de interés, Sherlock Holmes tiene otro hermano, Sherrinford, el mayor de los tres, rara vez mencionado en las novelas.

No es adicto a las drogas

Son tantas las ocasiones en que se presenta a un Holmes que constantemente usa drogas y que ya tiene una jeringuilla ahí preparada y con la cajita abierta que han implantado una idea exagerada.

Sherlock Holmes meditando en una ilustración de Sidney Paget.

Es verdad que en las novelas originales hay dos momentos en los que se menciona su uso de drogas, de morfina o de cocaína, como estimulantes para su mente, pero desde luego no era un adicto, era un mal hábito esporádico. En la aventura de El tres cuartos desaparecido Watson afirma que "en condiciones normales, Holmes no tenía necesidad de estímulos artificiales", era un hábito dormido.

Además, conviene destacar que ambas drogas eran legales en Inglaterra en el siglo XIX, aunque Watson, como médico, ciertamente desaprobaba su uso preocupado por sus posibles efectos en la salud.

No es misógino

Cierto es que Holmes no sentía atracción ni física ni emocional hacia las mujeres, pues el personaje pone el pensamiento racional frío por encima de todo lo demás, incluidos los sentimientos. También es cierto que en alguna ocasión había hecho algún comentario que se podría calificar de despectivo, como que no se puede confiar en las mujeres. Pero no eran más despectivos que los que podía hacer a un hombre o de lo que en esa época de la historia, el siglo XIX, era normal en muchos hombres.

Sherlock Holmes con una clienta en "El hombre del labio torcido".

Sin embargo, demasiadas veces se ha definido a Sherlock Holmes como un misógino que "odia" a las mujeres. Y, al contrario, Sherlock Holmes trataba muy caballerosamente a las mujeres y sabía establecer una buena relación con ellas y las acompañaba y confortaba, si era necesario, con gentileza y cortesía.

Si se leen las novelas originales con atención, uno se da cuenta de que en este y otros sentidos, Sherlock Holmes era mucho más humano de como se le ha representado.

Si quieres leer una versión traducida al español de las obras originales, te recomendamos esta colección completa de las historias del detective con todas las ilustraciones originales de Sidney Paget publicadas en The Stand, así como un extenso glosario de términos.

En Hanaringo | Garfield a lo largo de los años: así ha sido la evolución y transformación del gato más famoso del mundo