Navegar por internet se ha convertido en sinónimo de aceptar continuamente cookies. O rechazarlas, claro está, pero en todo caso sabemos que esas cookies están ahí haciendo algo. Pero ¿qué? ¿Qué son las cookies? ¿Para qué sirven? Y, sobre todo, ¿cómo podemos gestionarlas en nuestro iPhone, iPad o Mac para navegar manteniendo nuestra seguridad y privacidad?
Origen y propósito de las primeras cookies
Las cookies, término que curiosamente se traduce como 'galletas' en español, fueron concebidas en el contexto de la web a principios de los años 90. Estas no eran más que fragmentos de información intercambiados a través del ordenador y cuya importancia no radica en su contenido explícito, sino en su capacidad para ser únicos. Como las entradas de una obra de teatro, lo que importa de las cookies es su reconocimiento como válidas en la puerta de acceso a nuestros servicios web favoritos, y que en este reconocimiento —quizá con un número de serie o un mecanismo similar—, cada entrada sea única e irrepetible.
Esta cualidad de ser únicas, hace que las cookies desempeñen roles cruciales en la web, como permitirnos iniciar sesión en servicios y recordar nuestras preferencias, como el idioma de navegación o la activación del modo oscuro. Sin embargo, se han extendido a funciones no originalmente previstas, como el rastreo de nuestros hábitos de navegación, lo que ha contribuido a una percepción bastante negativa de su uso.
Para entenderlas mejor, profundicemos una vez más en lo que hace una cookie. Imaginemos que somos un sitio web. Un sitio que tiene una versión de colores claros y otra de colores oscuros, para la noche. Cuando un visitante entra en el sitio, puede elegir uno de los dos colores y la idea es que, la siguiente vez que nos visite, ya no tengamos ni que preguntarle, sino que mostremos ya el esquema de colores pertinente.
Lo que haremos como sitio web es depositar un trocito de información en forma de cookie en el navegador del visitante. Como hemos dicho antes, esta cookie es única. Tras entregarla, anotaremos en nuestro registro que la cookie número 92349234234 quiere ver el sitio web en color claro.
La próxima vez que un visitante entre en nuestro sitio lo primero que haremos es preguntarle ¿tienes cookie? Puede respondernos que no, en cuyo caso le preguntaremos qué color quiere, pero si la respuesta es afirmativa, todo lo que tenemos que hacer es comparar el número de la cookie y ver en nuestros registros qué color ha elegido con anterioridad para mostrárselo.
Como vemos, ahora mismo ni sabemos quién es el visitante ni perjudicamos su privacidad en lo más mínimo al usar las cookies. Lo que ocurre es que esta tecnología ha evolucionado y se ha vuelto más compleja. Y por el camino se han diseñado formas de comprometer nuestra privacidad con ellas.
La idea, simplificadamente, es que si diferentes sitios web solicitan la misma cookie al cargar un contenido común, el propietario de este sitio común puede seguirnos por la red. ¿Cómo? Cada vez que se carga un sitio, nuestra cookie se envía, lo que significa que una empresa de rastreo, puede saber qué sitios visitamos, en qué orden, cada cuándo, y, con esta información, ir construyendo un perfil sobre nuestros intereses.
Navegando con privacidad: ¿podemos gestionar las cookies?
Frente a los retos que plantean las cookies, especialmente las de terceros (las que permiten el rastreo que acabamos de comentar), tenemos a nuestra disposición herramientas para proteger nuestra privacidad. Navegadores como Safari han implementado medidas como el bloqueo automático de cookies de terceros. Además, podemos tomar acciones directas como configurar nuestro navegador para limitar o bloquear las cookies, usar la navegación privada o eliminar dichas cookies solo de algunas páginas concretas.
Otra opción interesante es que podamos eliminar el historial de Safari para eliminar también las cookies y datos que los sitios web han guardado. Recordemos que para borrar el historial en nuestro iPhone o iPad lo haremos en Ajustes > Safari > Borrar historial y datos de sitios web, mientras que en el Mac lo haremos desde la app Safari entrando al menú Safari > Borrar historial > Todo el historial > Borrar historial.
Las cookies son una parte integral de internet, ofreciendo conveniencia y personalización, pero es importante entender bien su funcionamiento y cómo pueden afectar nuestra privacidad. Con algunas pocas medidas, especialmente la de borrar el historial periódicamente, podemos disfrutar de los beneficios que nos ofrecen mientras minimizamos riesgos, asegurando una navegación segura y personalizada.
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