Hace tres días se publicó un tour especial por la casa de Barbie. A nada de su estreno oficial en cines, este completo tour nos permite descubrir muchos más detalles y curiosidades de la que para muchos será la película del año. En este artículo los comentamos todos.
Este mismo miércoles 21 de julio se estrena en los cines la esperadíssima 'Barbie'. Protagonizada por Margot Robbie y Ryan Gosling en los papeles principales (y muy acertados) de Barbie y Ken, la que será la primera película de acción real de esta muñeca lleva tiempo generando furor.
Desde el momento en que vimos las primeras imágenes de los personajes, se filtraron partes del rodaje y se estrenó el primer trailer de la película, ha ido llegando mucho contenido que más que nada solo ha suscitado mayor interés en descubrir cómo se desarrollará. Y uno de los últimos caramelitos en llegar ha sido un tour privado por la casa soñada de Barbie en el animado mundo de Barbieland de la mano de Margot Robbie. Así que vamos a ver a fondo qué es lo que nos revela.
¿Cómo es su casa?
Situada en la calle Barbie Way, su casa consta de tres plantas y, al igual que la de todas las demás, no tiene paredes, está abierta para que todos se puedan ver y saludar en todo momento. En el piso inferior se encuentra el salón, la cocina y un mini bar que da a la piscina. En el segundo piso vemos el baño y el armario, el cual pretende recrear las cajas transparentes en que se envolvía la Barbie con todos sus accesorios al lado. Y más arriba hay el dormitorio.
Para desplazarse, Barbie tiene un tobogán que conecta su dormitorio con la planta baja de su casa, concretamente con la piscina, la cual, curiosamente, pero siendo fiel a este mundo, es de plástico, no tiene agua de verdad. De hecho, las llamas de la chimenea son estáticas, el peine no peina, de la ducha no baja agua… Como bien dice Margot Robbie: "No muy práctico, pero nada lo es para Barbie".
Eso sí, la mayor parte de lo que vemos está hecho a mano y todos los detalles están extremadamente pensados. Los patrones de madera, su cama que parece una concha de mar abierta con unas sorprendentes lámparas de cristal a su lado, su buzón rosa con forma de flamenco, los cepillos de dientes con la pasta ya encima, los pequeños monos rosas, la bañera de burbujas y, por supuesto, su inconfundible Chevrolet Corvette aparcado delante de la entrada.
Rosa, rosa y más rosa
Menos algunos toques azules y algunos jarrones del bar, sombrillas y asientos en el jardín que son de color amarillo para dar contraste, toda la estructura de la casa, el mobiliario y complementos se presentan, como no, en una gama de rosas, variada pero bien integrada entre sí.
Y en un mundo en el que el color rosa es omnipresente (lo cual, de hecho, parece que causó una escasez de pintura de ese color en el país), su directora, Greta Gerwing, nos explica que la importancia de los colores en esta película es tal que tuvieron que mantener, no una, sino varias reuniones para hablar simplemente de qué tonalidades de rosa iban a usar.
Como bien comenta Margot Robbie, nos podemos imaginar el impacto que debió ser llegar por primera vez en el set del mundo de Barbie y ver que todo es real, a tamaño humano. Y que todo es rosa.
De vuelta a los 50
En la película, veremos como la musica, los coches, el estilo en general nos recuerda a los 50. Esto se debe a que fue en 1959 cuando se lanzó la primera muñeca Barbie y Greta Gerwing ha querido establecer esa época como referencia y captar en la película el estilo de los musicales de Gene Kelly o Vincente Minnelli.
Y una cosa que tenían esos musicales y que también tendrá Barbie son esas decorados de fondo con los paisajes y cielos artificiales pintados a mano que con la gradación del color consiguen dar una sensación mágica de surrealismo y sueño.
Un mundo de muñecas
Como la película recrea un mundo de muñecas, ha querido mantener el hecho de que todo lo que vemos son juguetes de plástico que tienen la apariencia correcta pero no funcionan.
Lo podemos ver en los fuegos de la cocina, en la nevera que por la parte interior es simplemente una pegatina en 2D, en que Barbie hace como que come, se lava los dientes, se ducha, pero nada de eso lo hace en realidad o bien en que las cartas que reciben están llenas de escritos que no significan nada. Incluso al conducir, Barbie se desplaza en coche sin siquiera tocar el volante o bien llega al coche volando como si la muñeca fuera movida por la mano de una niña.
Pero aunque gran parte de lo que vemos sea de plástico, según afirman los creadores, esta película de vibrante, nostálgica y preciosa estética, se centrará en una versión contemporánea de la icónica muñeca y abordará temas de diversidad e inclusión.
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