Un simple ajuste para mejorar sustancialmente la seguridad de nuestro iPhone o iPad ante accesos indebidos

Un simple ajuste para mejorar sustancialmente la seguridad de nuestro iPhone o iPad ante accesos indebidos

La seguridad de nuestros dispositivos depende de varios factores. Uno de los más importantes es el acceso físico al dispositivo por medio del puerto de datos del mismo. Con este acceso, ciertos aparatos diseñados específicamente para ellos pueden atacar al dispositivo para lograr tener acceso. Justo por ello, hay un pequeño y tremendamente potente ajuste en nuestro iPhone o iPad que probablemente querremos activar.

La conexión de datos, la última defensa del dispositivo

Hace un tiempo vimos Hide UI, una herramienta de Grayshift, permitía extraer el código de un iPhone bloqueado. ¿Cómo? Pues el proceso es relativamente sencillo: al conectar el iPhone a la máquina correspondiente esta le instala un malware que captura la contraseña del dispositivo cuando el usuario la introduce.

Otra herramienta de Grayshift, GrayKey, es probablemente la que más llama la atención, ya que está diseñada para realizar un ataque de fuerza bruta a la contraseña del dispositivo, y como este hay muchos otros casos. Casos que, tal como expresa Apple al decir que "no se puede crear una puerta trasera solo para los buenos", provienen de entidades que nada tienen que ver con las fuerzas de la ley.

¿Qué podemos hacer ante esta clase de ataques? Fácil, desconectar el puerto hasta que se introduzca la contraseña. Los pasos son los siguientes:

  1. Abrimos la app Ajustes en nuestro iPhone o iPad.
  2. Entramos en Face ID y código o Touch ID y código.
  3. Introducimos nuestro código y pulsamos OK.
  4. Desactivamos Accesorios USB debajo del apartado Permitir acceso al estar bloqueado.

Hecho. Igual que podemos aumentar la seguridad de nuestro Mac solicitando una contraseña tras el reposo o el salvapantallas, ahora cuando el iPhone o iPad lleve más de una hora bloqueado, cualquier accesorio USB que se conecte a él no tendrá acceso a la interfaz de datos necesaria para comunicarse con el dispositivo. Sin poderse comunicar con el dispositivo no es posible ni la instalación, ni la lectura, ni la modificación de ningún archivo en el dispositivo. Una de las muchas medias de seguridad que Apple adopta para proteger la gran cantidad de datos personales que almacenamos en nuestros dispositivos.