¿Tenemos que apagar el Mac cada noche?

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Una de las preguntas habituales que recibo cuando imparto una formación es ¿hay que apagar el Mac cada noche? La respuesta corta es que no. Personalmente, mi Mac lleva meses sin apagarse. Expliquemos por qué, de dónde sale la recomendación de apagar el Mac —que tampoco va tan desencaminada— y, en general, qué pasa con nuestro ordenador mientras no lo estamos utilizando.

Un Mac no necesita que lo apaguemos, pero…

El sistema operativo de nuestro Mac, macOS, está diseñado para gestionar la memoria y los procesos de forma realmente inteligente, por lo que un uso continuado y sostenido no ha de tener ningún impacto en el rendimiento. Esta situación es más cierta que nunca si contamos con un Mac con Apple silicon, pero en la ecuación también tiene que entrar cómo usamos nuestro Mac.

Si usamos aplicaciones muy pesadas, archivos muy grandes y, en general, cargamos el sistema hasta sus límites, un reinicio o apagado puede ayudar. ¿Cómo sabemos si estamos cargando mucho al sistema? La respuesta corta es que, en general, no lo hacemos. Esto no quita que a veces ciertas aplicaciones que no estén bien optimizadas o diseñadas puedan tener cierto impacto en el rendimiento.

Cerrarlas es buena idea, pero si notamos que no es suficiente, reiniciar el Mac garantiza que todos los procesos se cierren y volvamos al punto inicial. Se vacían ciertas cachés, se vacía la memoria RAM y, no menos importante, se instalan algunas actualizaciones del sistema y de seguridad. Un reinicio, aunque implique un apagado, no es, sin embargo, lo mismo que dejar el Mac apagado durante toda la noche.

El modo de reposo de macOS es tan eficiente que no hay una necesidad real de apagar el equipo. Cuando dejamos el Mac en reposo, el consumo de energía es mínimo, y la recuperación al abrir la tapa o mover el ratón es instantánea: el sistema está listo para nuestro uso en fracciones de segundo.

De hecho, apagar y encender un Mac puede consumir más energía que dejarlo en reposo durante la noche —igual que cerrar las apps de nuestro iPhone gasta más batería que dejarlas abiertas—. Así que, si utilizamos el Mac a diario y no notamos ningún efecto en el rendimiento, dejarlo en reposo es la mejor opción.

Dicho esto, si vamos a dejar el Mac sin usar durante días o semanas, apagarlo es prácticamente obligatorio en el caso de los portátiles. La recomendación, si nuestro Mac cuenta con una batería, es dejarla aproximadamente al 50% y luego apagarlo. Para el resto de ordenadores de sobremesa, sin batería, tiene poco sentido dejarlos encendidos durante períodos largos, aunque ya depende de nuestras necesidades y preferencias —por ejemplo si queremos realizar un acceso remoto en algún momento—.

Un apagado según notemos al sistema es la mejor opción

Mi primera respuesta cuando alguien me explica un fallo con su Mac es: ¿lo has reiniciado? Llega a ser sorprendente la cantidad de errores que se resuelven con un simple reinicio. Y esto es algo que no deberíamos pasar por alto.

Ante esta situación y respondiendo a la pregunta de si tenemos que apagar el Mac cada noche, como antes, la respuesta es que no. Claramente no. Ahora, si en nuestro día a día, especialmente después de utilizar ciertas aplicaciones o realizar ciertas tareas, notamos que no funciona como podría, un reinicio le será útil.

Para el resto de situaciones, el reposo se ocupa de reducir el consumo al mínimo manteniendo el sistema listo para que podamos interactuar con él de inmediato. Una disponibilidad que cambia sustancialmente nuestra relación con el Mac y que hace que una tarea sencilla sea tan rápida como hacer cuatro clics. ¿Apagar? En general no. ¿Reiniciar? Siempre que lo necesitemos.

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