Ámsterdam, la Venecia del norte, es famosa por ser una ciudad ciclista. Se calcula que hay unos 400 km de carril bici. Según las últimas cifras del Central Bureau of Statistics (Oficina Central de Estadística), en 2015 los 850.000 residentes en Ámsterdam tenían en conjunto 847.000 bicicletas, prácticamente una por habitante.
Y el número de bicicletas solo parece que va en aumento —en parte también por la preferencia de no usar el transporte público con motivo de la pandemia— y las estrechas calles y puentes de la ciudad cada vez están más abarrotados. El año pasado Ámsterdam ya anunció que progresivamente sustituiría plazas de aparcamiento para coches por más aparcamientos para bicicletas en los próximos seis años.
Ámsterdam es una de las ciudades que con más fuerza quiere cambiar la dependencia de la población al coche como medio de transporte. Por ello hace años que los accesos en coche sobre todo en el centro se han restringido, las tarifas de aparcamiento son muy altas y la mayoría de calles son peatonales o para ciclistas, impulsando el uso del transporte público. Se estima que aproximadamente dos tercios de la población usa la bicicleta para moverse por la ciudad por la comodidad que esto supone.
Según Lonely Planet, la ciudad se ha quejado de que los peatones se ven forzados a bajar de la cera y caminar por las calles debido a la cantidad de bicis atadas a las barandillas de los puentes, lo que a su vez "estropea" la vista de los canales. Así que el gobierno ha decidido actuar y ha tomado la decisión de que los puentes más concurridos de la ciudad pronto florecerán con maceteros de madera que llenarán el puente de flores y de color y evitarán que los ciclistas aparquen sus bicis en las barandillas.
A principios de este año, Mascha ten Bruggencate, presidenta del concejo municipal del distrito central de Ámsterdam, dijo a Lonely Planet que "La belleza del centro de la ciudad de Ámsterdam yace, por un lado, en los canales históricos y la arquitectura y, por el otro lado, en una mezcla diversa de personas que viven, trabajan y vienen de visitantes aquí".
Así que la próxima vez que visites Ámsterdam podrás disfrutar de las vistas de los canales desde los puentes florecidos y libres de bicicletas.