Localizar nuestras nuestras pertenencias es mucho más fácil gracias a los AirTag de Apple. Este pequeño dispositivo de localización nos permite encontrar cualquier objeto con una precisión simplemente sorprendente. Ya se trate de encontrar unas llaves que han desaparecido entre los cojines del sofá o una maleta en el otro lado del mundo, los AirTag convierten cualquier búsqueda en algo rápido y fiable.
Qué es un AirTag y cómo funciona
El AirTag es un dispositivo de seguimiento que se integra con el ecosistema de Apple y, utilizando la red Buscar, nos ofrece la mejor experiencia posible a la hora de localizar objetos perdidos. Diseñados para ser pequeños y ligeros, los AirTag pueden fijarse a casi cualquier cosa: llaves, mochilas, carteras, equipaje, vehículos y mucho más.
Su funcionamiento se basa en el Bluetooth de baja energía y, en distancias cortas, en el chip U1 de banda ultraancha (UWB) que nos permite una localización con precisión de pocos centímetros. Cuando estamos a menos de 10 metros de nuestro AirTag, el iPhone utiliza este chip para guiarnos hasta él con una simple flecha en pantalla. Si estamos fuera del alcance del Bluetooth, los AirTag se apoyan en la enorme red de dispositivos de Apple en el mundo para enviarnos su ubicación —de forma cifrada y con garantía total de privacidad—, permitiéndonos localizar nuestros objetos en cualquier lugar del planeta.
Cómo localizar objetos con los AirTag
Para localizar cualquier objeto con un AirTag, lo primero es abrir la app Buscar en nuestro iPhone, preferiblemente, o iPad o Mac, si no tenemos un teléfono a mano. Una vez dentro, tocamos la pestaña Objetos en la parte inferior de la pantalla.
Ahí veremos una lista con los objetos a los que hayamos asignado un AirTag. Seleccionamos el nombre del objeto que queremos localizar y, si el AirTag está dentro del alcance de Bluetooth, nos aparecerá su ubicación aproximada. Si no está cerca, se nos mostrará, siempre que esté disponible, la última ubicación conocida basada en la red Buscar. Aquí se desdoblan tres escenarios.
Si el objeto está demasiado lejos para poder ir en su búsqueda, podemos activar el Modo Perdido, lo que permitirá que otros usuarios puedan, escaneando el AirTag, acceder a la información de contacto que hayamos introducido al configurar el AirTag por primera vez. Con el modo perdido, la ubicación depende de la red buscar y nosotros recibiremos una notificación con su ubicación actual en cuanto se localice.
Ahora, si no estamos cerca de él pero vemos su ubicación en el mapa, lo primero que tenemos que hacer es acercarnos a la ubicación. Si nos hemos dejado las llaves en la oficina, por ejemplo, acudiremos a ella.
Luego, una vez estemos cerca del AirTag, podemos tocar en el botón Buscar para que el dispositivo nos guíe físicamente hasta él mediante la función de búsqueda precisa. Alternativamente, o de forma complementaria, podemos hacer que el AirTag emita un sonido tocando en Reproducir sonido.
Con esto, de la localización a nivel global hasta ver exactamente en qué cajón del escritorio están las llaves, podremos ubicar y recuperar cualquier objeto en cualquier parte del mundo.
Configuración inicial y mantenimiento de los AirTag
Configurar un AirTag por primera vez solo requiere 15 segundos. Es tan fácil como acercarlo a nuestro iPhone. Al hacerlo, aparece una notificación que nos guía paso a paso para enlazar el dispositivo a nuestra cuenta de Apple. Una vez enlazado, introducimos nuestra información de contacto —la que hemos mencionado hace unos párrafos— y ya podemos personalizar su nombre y asignarle un emoji para identificarlo con más facilidad.
En cuanto al mantenimiento, los AirTag cuentan con una batería reemplazable que dura aproximadamente un año. Cambiarla es extremadamente fácil: solo tenemos que girar la tapa metálica trasera, retirar la pila agotada y colocar una nueva.
Por qué los AirTag son la mejor opción de localización
Una de las funciones más destacadas y una que, al mismo tiempo, no muchos localizadores de terceros nos ofrecen, es que desde la app Buscar podemos configurar avisos para que nos notifiquen al momento si dejamos cualquier objeto con AirTag olvidado. Un aviso que evita salir del restaurante sin la cartera o de casa sin nuestro maleta, maletín o bolso y que marca una enorme diferencia al poder volver atrás al momento.
Además de su integración con el ecosistema de Apple, los AirTag también destacan por su diseño: compacto, resistente al agua y al polvo. Con ello, y con una buena funda, podemos utilizarlos en casi cualquier situación cotidiana, desde acompañarnos en un viaje dentro de las maletas hasta ayudarnos a encontrar los objetos más pequeños en casa.
Todo ello sucede, por supuesto, con la garantía de privacidad que Apple nos ofrece en la localización. La información sobre la ubicación del AirTag está cifrada y solo accesible desde nuestra cuenta de Apple, lo que significa que nadie más que nosotros podemos rastrear nuestros dispositivos.
Los AirTag son una solución realmente práctica y muy fiable para mantener nuestras pertenencias siempre localizadas. Un pequeño dispositivo que se apoya en la enorme flota de dispositivos de Apple por el mundo y que, con una tecnología tan aparentemente simple como el bluetooth, puede, durante un año entero sin cambios en su batería, localizar cualquier elemento en cualquier parte del planeta con una precisión de centímetros.
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