Tonterías en el iPhone: algunas de las apps más absurdas que se pueden tener

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En el App Store de Apple encontramos maravillosas aplicaciones que nos ayudan en el trabajo, en los estudios, con la salud, la fotografía, la creatividad y muchísimo más. Incluso se celebran premios para las mejores apps del año (estas son las de 2024). Y, aún así, también podemos encontrar ciertos tesoros de la absurdidad. Pues entre sus más de 1,96 millones de apps disponibles, la App Store es el hogar de auténticos disparates. Aplicaciones absurdas que, por extrañas o inútiles que sean, siguen ahí. Algunas incluso con miles de descargas. Son pocas, pero existen.

Las apps más absurdas del Apple Store: humor, tonterías y sinsentidos

Entre las aplicaciones más absurdas de la historia del iPhone hay algunas que, realmente, desafían toda razón. No porque estén mal hechas, sino porque simplemente no sirven para nada. Un ejemplo es I Am Rich, una app que consistía en una simple gema roja en pantalla y que llegó a venderse por 999.99 dólares. Solo eso. Una piedra brillante y ningún tipo de función. Apple la retiró al poco tiempo, pero estuvo ahí el tiempo suficiente como para que ocho personas la compraran.

Así, hay una categoría entera de apps que simplemente existen para hacernos reír. Como iBeer, una app clásica de los primeros iPhone que convertía la pantalla en un vaso de cerveza y simulaba que lo bebíamos al inclinar el móvil. En su día fue un éxito.

Y si seguimos explorando, hay más ejemplos que parecen sacados de un chiste:

  • Is It Dark Outside? nos dice si ya se ha puesto el sol, por si no tenemos ganas de mirar por la ventana.
  • Screaming Goat hace gritar a una cabra cada vez que tocamos el móvil.
  • Plopp – Bubble Wrap simula plástico de burbujas para que lo reventemos con el dedo o el Apple Pencil.
  • Ghost Radar Classic™ supuestamente detecta fantasmas cercanos, con palabras aleatorias que nos pueden poner nerviosos.

También hay apps que permiten añadir rayones, abolladuras o cristales rotos sobre una foto de un coche, otras que simulan encendedores, maquinillas de afeitar, creadores de pedos con diferentes sonidos y hasta simuladores de masaje. Realmente, hay algo de divertido en ver que, en medio de tanta IA, productividad y profesionalismo, sigue habiendo espacio para estas tonterías. Disparates que están ahí, que nos hacen pensar "¿quién se ha tomado el tiempo de crear esto?" y que, al menos, nos pueden sacar una sonrisa.

Muchas de ellas llegaron en la era del iPhone 3G y 3GS, cuando todo era nuevo y aún no sabíamos muy bien para qué servía una app. Y lo mejor es que algunas siguen teniendo actualizaciones. Porque aunque no hagan nada realmente útil, alguien las mantiene vivas.

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