El edificio más emblemático de Londres y probablemente de Reino Unido, el Big Ben, ha estado desde 2017 enteramente recubierto de andamiaje. Ahora, por fin, se empieza a desvelar su nueva imagen a tiempo para el Año Nuevo.
Situada en el lado noreste del Palacio de Westminster, la sede del parlamento británico, la torre del Big Ben, oficialmente la Elizabeth Tower, data del siglo XIX. Después de más de 150 años funcionando, necesitaba una restauración a fondo.
Durante cuatro años un importante equipo de arquitectos, relojeros, ingenieros y artesanos han estado restaurando detalles y solucionando problemas estructurales, como el deterioro de la mampostería y la corrosión de la carpintería metálica. Por esta razón, la famosa torre del reloj no solo ha estado enteramente recubierta todo este tiempo, sino que su conocida campana, menos en alguna ocasión muy especial, también ha permanecido en silencio.
Por fin, este pasado noviembre se reveló una de las cuatro caras del reloj, renovada, reluciente y con un cambio de imagen notable. Entre los destacados nuevos paneles de vidrio soplado y los detalles minuciosamente restaurados, lo que más llama la atención es el nuevo color de las manecillas y de los números del reloj, han pasado de negro a azul. Se trata de un azul prusiano, el preciso color original que exhibía en su temprana época victoriana y que ahora vuelve a lucir con elegancia y atractivo.
La labor de mantenimiento más esencial se ha estado llevando a cabo en el mecanismo del reloj, por esta razón, en las pocas ocasiones en las que se han oído sus campanadas se ha usado un mecanismo eléctrico temporal. Este se oirá por última vez el 31 de diciembre con las campanadas de este año que finaliza, momento en que se espera también que se vean las cuatro nuevas caras del reloj y su tejado.
A partir de 2022 la torre del Big Ben se irá liberando del andamiaje y revelándose en su enteridad. Se espera que en primavera el reloj vuelva a funcionar por el sistema de escape de gravedad y la campana retome su horario normal. Será una delicia ver y oír el Big Ben, el mayor y más preciso reloj de cuatro caras, completamente restaurado a sus espléndidos orígenes.