Entre la carga rápida, la carga inalámbrica y la carga por cable hay más formas que nunca de cargar nuestro iPhone. Todas tienen diferentes ventajas e inconvenientes que las hacen encajar mejor en determinadas situaciones o usos. Una de las formas más destacadas a la hora de cuidar de la batería del iPhone es usar un cargador MagSafe, veamos el motivo.
Los diferentes sistemas de carga difieren principalmente en tres variables: consumo, velocidad y seguridad para el iPhone. Para ponernos un poco en contexto, podemos decir que, en cuanto a consumo, lo mejor es usar una carga por cable; en cuanto a velocidad, lo mejor es usar una carga rápida por cable; mientras que, en cuanto a seguridad, lo mejor es usar carga inalámbrica mediante MagSafe.
Seguridad, por delante de la velocidad y el consumo
El motivo de que diferentes tecnologías sean más o menos idóneas radica en su propia naturaleza y en las leyes de la física. Hoy no entraremos en los detalles de cada tipo de carga, pero sí que reflexionaremos brevemente sobre la idoneidad de los cargadores MagSafe.
Cuando durante mis formaciones alguien me pregunta la mejor forma de cargar un iPhone, hace tiempo que doy la misma respuesta: MagSafe. Respondo así —siempre que la persona cuente con un iPhone 12 o posterior— ya que, para mí, la prioridad es mantener la salud de la batería. Recordar aquí los motivos que hacen que cerrar las apps en nuestro iPhone o iPad gasta más batería que dejarlas abiertas.
Aunque los iPhone cuiden mucho de las baterías, estas se degradan con el uso y pierden capacidad de carga, pero ciertas prácticas causan una degradación acelerada, lo que conlleva una menor duración de las mismas a largo plazo. El sistema MagSafe combina dos factores clave para mantener la salud de la batería.
En primer lugar, el sistema MagSafe es el único que, gracias a un chip NFC (de comunicación cercana), establece una comunicación entre el cargador y el iPhone para acordar la mejor velocidad de carga. Así, si nuestro iPhone detecta que la batería se está calentando durante la carga puede solicitar al cargador que le entregue menos potencia y de esta manera proteger a la batería del teléfono de la degradación.
En segundo lugar, la naturaleza de la carga inalámbrica es, en general, más segura ante sobretensiones y fluctuaciones de la red eléctrica. Si en un momento dado hubiera una sobretensión puntual en la red debido a, por ejemplo, un rayo durante una tormenta, el exceso de energía que el cargador MagSafe emitiría no sería captado por el iPhone, se perdería, lo que protegería al teléfono.
Cierto es que la carga mediante MagSafe será algo más lenta que la carga con cable. Cierto es también que desde el punto de vista del consumo, la eficiencia del sistema no alcanza el 100%, pero de lo que podemos estar seguros es de que la salud de la batería de nuestro iPhone se prioriza por encima de todo lo demás. Algo a tener muy en cuenta para seguir disfrutando de la mayor autonomía posible a medida que pasan los años.
En Hanaringo | Cargar el iPhone por la noche estos son los mitos y realidades de su efecto sobre la batería