La mayor parte del tiempo que pasamos delante de nuestro Mac, iPad o iPhone estamos conectados a internet. En algo tan sencillo como una edición de un archivo esperamos que sincronice los cambios con nuestros otros dispositivos, y no hablemos de utilizar plataformas como Netflix o de leer HoyenApple. Con todo contar con una buena velocidad de conexión es importante para que la experiencia sea cómoda y satisfactoria.
Cómo medir nuestra velocidad de conexión a internet
Para poder medir nuestra velocidad de conexión usaremos una página web dedicada a medir estas velocidades, en nuestro caso usaremos fast.com que proporciona Netflix.
El funcionamiento del test es de lo más sencillo: la página se ocupa de descargar un documento de cierto tamaño en nuestro ordenador y cronometrar el tiempo que tarda. A continuación carga ese mismo archivo al servidor y de nuevo cronometra el tiempo. Al acabar borra el archivo descargado y nos ofrece la información de nuestra velocidad de carga y descarga.
Podemos usar este sistema en nuestro iPhone, iPad o Mac. Los pasos para usar esta herramienta son los siguientes:
- Abrimos Safari (u otro navegador) en nuestro dispositivo.
- Entramos en fast.com
- Esperamos a que se complete el test de descarga.
- Tocamos en Mostrar más información.
- Esperamos a que se complete el test de carga.
La web nos mostrará diversa información:
- El número más grande en el centro de la pantalla es nuestra velocidad de descarga.
- Abajo a la derecha, junto a Carga, vemos nuestra velocidad de carga, es decir, de subida.
- Por último, el apartado Latencia, donde se nos muestra el tiempo que tarda nuestro dispositivo en responder al servidor y viceversa.
Para tener una lectura lo más fiable posible lo mejor es que repitamos el test varias veces, a lo largo de varios periodos de tiempo.
Cómo mejorar nuestra velocidad de conexión a internet
Hay muchas guías para mejorar la velocidad de conexión de nuestros dispositivos, nosotros vamos a centrarnos en lo más básico. Primero veamos cuáles son los valores aproximados que cabría esperar de nuestra conexión a internet.
- Sin fibra óptica: entre 1 y 10 Mbps.
- Con fibra óptica y conectados vía Wi-Fi: entre 100 y 400 Mbps.
- Con fibra óptica y conectados por cable: entre 400 y 1000 Mbps.
Si la conexión es vía cable tenemos dos recomendaciones principales. La primera es usar un cable de categoría suficiente para poder transmitir toda la velocidad. Necesitamos un cable CAT-5e, CAT-6 o superior. Podemos consultar la categoría en el mismo cable, suele estar escrita en él. La segunda recomendación es cerrar todas aquellas apps o servicios que puedan estar utilizando ancho de banda como contenido que estemos descargando, viendo películas, sincronizando archivos, etc.
Si la conexión es vía Wi-Fi, además de cerrar las apps que acabamos de comentar, es importante que nos acerquemos al router. Todos habremos oído que cuanto más cerca del router mejor, pero hay un pequeño truco muy útil bastante menos conocido: una vez nos hayamos acercado al router desconectarnos del Wi-Fi y volvernos a conectar. ¿Por qué? Para que al reconectar de nuevo al router, si está disponible, utilicemos la red de 5GHz, un cambio que, de otra forma, no siempre ocurre automáticamente.
Y así de fácil, con estos pasos podremos medir la conexión a internet que tienen nuestros dispositivos, valorar si se trata de una buena velocidad y, si es necesario, realizar algunas mejoras para que la experiencia sea la mejor posible.