El Finder es una de esas herramientas que utilizamos constantemente en nuestro Mac. Detrás de su interfaz simple en diseño, esconde varios ajustes que pueden cambiar por completo nuestra manera de trabajar con los archivos y carpetas de nuestro ordenador. Con unos pocos ajustes, podemos optimizar y transformar el Finder en una herramienta mucho más eficiente y adaptada a nuestro flujo de trabajo. Veamos siete opciones poco conocidas que pueden marcar una gran diferencia en nuestra productividad.
Mostrar los dispositivos conectados directamente en el escritorio
Si usamos discos externos, memorias USB o tarjetas SD, hay un ajuste que nos evitará tener que buscarlos manualmente cada vez que los conectamos. Igual que podemos personalizar la barra lateral del Finder, activando la opción de mostrar estos elementos en el Escritorio desde los ajustes del Finder, conseguiremos que estos dispositivos aparezcan automáticamente en nuestro escritorio. Podremos acceder a ellos con un solo clic, sin tener que abrir ninguna ventana extra.
Personalizar la carpeta predeterminada para las nuevas ventanas
De forma predeterminada, el Finder abre la carpeta de usuario. Podemos configurar esta opción para que siempre se abra nuestra carpeta preferida, ya sea “Documentos”, “Descargas” o cualquier otra.
Desde los ajustes del Finder, seleccionamos nuestra carpeta habitual en la opción “Las nuevas ventanas del Finder se abren en”. De esta forma, cada vez que abrimos el Finder, estaremos exactamente donde necesitamos estar.
Mantener las carpetas en la parte superior de las listas
Cuando organizamos nuestros archivos por nombre o fecha, las carpetas y los archivos quedan mezclados. Activando la opción “Mantener las carpetas en la parte superior”, logramos que las carpetas se agrupen al principio de la lista, seguidas de los archivos.
Una gran ayuda a la hora de visualizar y acceder rápidamente a nuestras carpetas principales, especialmente cuando trabajamos con una gran cantidad de archivos.
Abrir carpetas en pestañas, no en ventanas nuevas
Trabajar con múltiples ventanas del Finder puede llenar rápidamente nuestro escritorio. La opción de abrir las carpetas en pestañas en lugar de nuevas ventanas, podemos mantener todo más organizado y reunido en una sola interfaz.
Todo lo que tenemos que hacer es mantener pulsada la tecla Comando (⌘) al hacer doble clic en una carpeta para que esta se abra en una nueva pestaña.
Mostrar siempre las extensiones de archivo
Las extensiones de archivo son fundamentales para identificar rápidamente el tipo de documento con el que estamos trabajando. Desde los ajustes del Finder, podemos activar la opción de “Mostrar extensiones de los nombres de archivo” para que estas aparezcan siempre visibles.
Automatizar la eliminación de archivos de la papelera
¿Cuántas veces hemos acumulado cientos de archivos en la papelera sin darnos cuenta? Activando la opción “Eliminar los ítems de la papelera al cabo de 30 días”, podemos delegar esta tarea al sistema.
Organizar archivos con etiquetas personalizadas
Las etiquetas del Finder son un mecanismo muy interesante que es fácil por alto. Desde los ajustes del Finder, podemos personalizar las etiquetas, sus colores y añadirlas a nuestros archivos y carpetas más importantes. Esto nos permite agrupar visualmente los elementos relacionados y acceder rápidamente a ellos desde la barra lateral del Finder.
Estos siete ajustes mejoran notablemente nuestra relación con el Finder. Nos permiten adaptar la herramienta que mas usamos en el Mac a nuestras necesidades específicas, creando un entorno de trabajo mucho más fluido y organizado. Como ocurre con muchas funciones de macOS, la clave está en la personalización adecuada.
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